Cátedra de Familia y Discapacidad: Fundación Repsol-Down Madrid

La Cátedra Telefónica-Fundación Repsol de Familia y Discapacidad celebró una jornada de puertas abiertas para las instituciones colaboradoras y las familias, que pudieron conocer de primera mano cómo ha sido el desarrollo de los primeros meses de los programas de formación Demos, y las actividades de la cátedra. Además de escuchar las presentaciones de los responsables del centro, de los alumnos y de sus profesores, los participantes en la jornada hicieron un recorrido por las instalaciones del campus de Cantoblanco y asistieron a una conferencia de Jesús Flórez, que habló de familia, discapacidad y transición a la vida adulta. 

Al dar la bienvenida a la jornada, Ana Berástegui, Directora de la cátedra, comenzó agradeciendo a Telefónica, a Fundación Resol y, especialmente a la Fundación Síndrome de Down de Madrid, el apoyo prestado en los primeros meses de vida del proyecto. Explicó el trabajo que se realiza en el centro, que se organiza en torno a la formación, la investigación, la participación científica y la divulgación "de una cultura realista y responsable con las personas con discapacidad y sus familias". Berástegui enumeró las distintas actividades e iniciativas llevadas a cabo, prestando especial atención a los logros alcanzados, y sin olvidar los objetivos de futuro. Los programas de técnico auxiliar en entornos profesionales educativos y tecnológicos, conocidos como Demos, señaló, articulan buena parte de la actividad de la cátedra, tanto en formación como en investigación. "Nuestro objetivo es ser un programa basado en la evidencia, contrastado y capaz de renovarse a sí mismo, en la medida que los datos nos lo indiquen", afirmó. 

"Lo más importante de todo el proyecto son los estudiantes actuales y los que vendrán", aseguró el Presidente de la Fundación Síndrome de Down de Madrid, Álvaro Alonso, quien dio la enhorabuena a los alumnos y sus familias, por tener "la oportunidad de disfrutar de una formación universitaria, que al margen de los conocimientos que os va a aportar para vuestra integración para la vida laboral, es un periodo inolvidable de todas nuestras vidas". 

Arancha Garay-Gordovil, profesora de los programas Demos y de otras titulaciones de grado de Comillas, compartió con el público asistente sus reflexiones sobre el sentido y horizonte del proyecto, tanto para los alumnos y sus familias, como para la universidad, los profesionales que están implicados y las empresas e instituciones que los acogerán en el ejercicio de su profesión. Habló del "derecho a la vocación" y de cómo, gracias a estos programas, los alumnos podrán no solo trabajar sino decidir en qué van a hacerlo. Desde una perspectiva más personal, se refirió al "reenamoramiento" de su profesión que está viviendo y que le ha hecho recordar "que casi cualquier contenido puede ser enseñado y que las limitaciones no están todas, ni siquiera la mayoría, en la mente del que aprende, sino en la maestría del que enseña". 

Dos alumnas de los programas formativos, María Angosto Pérez, de Tecnodemos, y Alexia León, de Educademos, contaron cómo está siendo su experiencia en clase, con los compañeros y en el campus. Expusieron cuáles son las materias que más les gustan, por qué han elegido cada una de las áreas de desarrollo profesional y cómo es su convivencia con el resto de alumnos. Por su parte, Beatriz Doset, estudiante Psicología que actúa como alumna de enlace, aportó la visión de los estudiantes "ordinarios" que han visto como se producía un gran cambio en la universidad, pasando de la sorpresa mutua a la normalidad. María, Alexia y Beatriz hablaron también del programa de alumnos de enlace, que une a los estudiantes de Demos y a los del resto de la facultad, facilitando la integración y la convivencia en el campus. 

La jornada se cerró con una conferencia de Jesús Flórez, padre del movimiento asociativo en favor de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, catedrático de Farmacología de la Universidad de Cantabria y Director de CanalDown21.org. La charla, abierta al público general, abordó las implicaciones que tiene la transición a la vida adulta para las personas con discapacidad intelectual y sus familias. La familia, comenzó diciendo, es el espacio natural para el aprendizaje y la enseñanza no formal, es un modelo constante y el lugar por excelencia para la comunicación. "Si la familia funciona, la persona con discapacidad intelectual progresa. Pero si la familia no funciona, el trabajo de los profesionales, por bueno que sea, se perderá en buena parte", aseguró. Flórez concede gran importancia a la comunicación y dio pautas para favorecer el lenguaje, el habla y la comprensión de los chicos con discapacidad intelectual y, en particular, con síndrome de Down, porque "el gran fondo de pensiones que podemos dejar a nuestros hijos es haberles dotado de capacidad para la comunicación, porque es la manera que tendrán de relacionarse con sus afines".